“Este es el día
en que actuó el Señor” Aleluya, Aleluya; es una realidad para nosotros lo que
expresa este salmo 117 y no nos queda más que unirnos a lo que el salmista
constata. Un día como hoy, primero de dolor y sufrimiento, de angustia y desesperación
porque se han derrumbado todas nuestras ilusiones, nuestra mayor esperanza ha
muerto y la naturaleza entera lo percibe, sólo queda el silencio; ahora sabemos
y comprendemos lo que Dios Padre ha hecho, su silencio es una protesta a este
vil asesinato, habló con su silencio.
La celebración de
hoy, inicia a las 7 de la noche, con la solemne procesión con el fuego. Desde
un lugar conocido como la Cuchilla, se parte en procesión hasta el templo, con
cuatro antorchas que representan a los cuatro sectores que la parroquia atiende. Al llegar al templo,
en el costado derecho de la entrada principal, por el estacionamiento; se tiene
preparada la fogata. A las 8 pm inicia entonces el rito de bendición del fuego
y con ello se da comienzo a la Solemne Vigila de este día.
El día de la
gran Vigilia, los muchachos de ANCLA han
preparado un acto para destacar el momento de la resurrección. Antes de
llenarnos de júbilo con la creación entera porque Dios al fin ha manifestado su
voluntad; se presenta un acto que resalta el momento de la resurrección de
Jesús. Estando todo en silencio y a oscuras todavía, entran las mujeres que
buscan a Jesús, llorando y el soldado que vigila la entrada del sepulcro, ahí
se encuentra en su tarea asignada; pero, es un soldado romano muy particular,
también él espera en la esperanza, por eso se atreve a reclamarle a Dios en su
desesperación.
La esperanza de
aquellos que creyeron en éste hombre no está perdida, algo sucede, hay humo, luces
cegadoras, estruendos, algo sucede en la tumba, Jesús está vivo, ha vencido la
muerte. Dios por fin dijo no a la ignominia, ahora con alegría, jubilo,
alabanza y gloria nos unimos al universo entero que esperaba en aquel que haría
todas las cosas nuevas, se ha cumplido la promesa; nuestro Dios, es un Dios de
esperanza, por fin hemos comprendido su forma de actuar. Ese mismo que ha
resucitado por la mano poderosa del padre en el Espíritu Santo, pues, Jesús ha
resucitado y con Él nuestra esperanza, ahora se desplaza en medio de la gente,
los abraza como haciéndoles ver que es
verdad, no es una ilusión, está en medio de ellos y por eso lo reciben con
mucho agrado, responden a sus abrazos.
De aquí en
adelante, la liturgia prosigue como está estipulada. El gran acontecimiento del
gozo pascual, llena de alegría a los que desearon vivir esta experiencia del
sábado de Gloria. La alegría embarga nuestras vidas, porque no ha sido una
noche perdida. El fruto de la semana mayor, lo recogemos hoy, con la gente conmovida
por este gran acontecimiento, el Dios que estuvieron buscando durante la tarde
del viernes y todo el sábado, ha respondido, el Padre se ha pronunciado, por
fin respondió a la esperanza de muchos y ahora la gran esperanza está en medio
de ellos, camina junto y con ellos, lo sienten en sus vidas.
Es una noche de
resurrección que recoge todo el arduo trabajo de quienes estuvimos tras
bastidores para que fuera una gran experiencia, la de “Semana Santa”, tanto
para quienes asistieron a cada uno de los actos programados, como para nosotros
que teníamos el reto de no solo llevarle a la gente una experiencia, una
vivencia; sino que también debíamos sumergirnos estas dinámicas transformadoras
y salir revitalizados con estos acontecimientos de fe y encuentro con Dios en
nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario