Bajo
el horizonte inspirador del trienio de la CLAR, que ha asumido el icono de
BETANIA, casa de encuentro, comunidad de amor y corazón de humanidad (Jn 11,12;
Lc 10), gran parte de quienes componen la vida consagrada en la ciudad de
Caracas, nos reunimos el domingo 02 de Febrero a las 3:30 pm, en el Colegio La
Salle Tienda Honda, para agradecer a Dios por la vocación a la que nos ha
llamado. Con velas encendidas en las manos y tras haber realizado la bendición
de las candelas, se dio inició a la celebración caminando todos juntos al patio
central del colegio, donde vivimos la celebración eucarística.
En
la celebración hubo un número significativo de religiosas, que por lo general
son quienes acuden masivamente a estos encuentros. Estuvieron muchas
comunidades representando al llamado que Jesús les ha hecho bajo un carisma
fundacional en la Iglesia.
La
celebración estuvo presidida por Monseñor Nicolás Bermúdez, Obispo Auxiliar de
Caracas, y acompañado por algunos sacerdotes miembros de Institutos de Vida
Consagrada.
La
predicación de la Palabra de Dios estuvo a cargo del P. Salesiano José Godoy,
quien trató de resaltar la relación que tenían los textos del día con el icono
de Betania.
Atendiendo
a la petición hecha por la comisión de CONVER, hubo la procesión de estandartes
y símbolos alusivos que hablan de los carismas de las distintas Congregaciones
que estuvieron presentes. Estas fueron presentadas como ofrendas al Señor.
En
su intervención final, Monseñor Bermúdez, hizo mención
de las palabras del Papa Francisco, dirigidas durante la misa de la vida
consagrada este día de la Presentación del Señor:
“Jesús
es quien lo mueve todo y atrae a sus hijos, lo jóvenes y los ancianos, a la
comunión de la familia de la Iglesia".
La
vida consagrada es un encuentro con Cristo, porque “Él es quien viene a
nosotros, traído por María y José, y somos nosotros los que vamos hacia Él,
guiados por el Espíritu Santo. Pero al centro está Él. Él mueve todo, Él nos
atrae al Templo, a la Iglesia, donde podemos encontrarlo, reconocerlo,
acogerlo, abrazarlo”.
¡Es
un encuentro singular entre observancia y profecía, donde los jóvenes son los
observantes y los ancianos son los proféticos!
También
en la vida consagrada “se vive el encuentro entre los jóvenes y los ancianos,
entre observancia y profecía. ¡No las veamos como dos realidades
que se contraponen!”
Ciertamente
un gran desafío para nuestra Provincia y otros contextos de vida consagrada.
En
esta celebración estuvimos presentes, los tres procesos formativos que se
llevan aquí en Venezuela: Propedéuticos de los Teques, Propedéuticos de Mayores
y Teologado Emaús.
Al
finalizar la celebración hubo como de costumbres los diálogos fraternos entre
conocidos y demás, y la degustación del refrigerio que se logró por lo que cada
uno llevó para compartir.
Que
el día de la Vida Consagrada sea una nueva oportunidad para abrazar con
profunda fe nuestra consagración, que es medio de santificación y que llegue al
corazón de tantos hermanos y hermanas nuestros.
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